El ajuste en las universidades

En las universidades chilenas hay unanimidad a la hora de mantener las clases "online". Centrarse en los "campus virtuales" para salvar el año es la tónica del sector, que en cuestión de meses ha debido digitalizarse de golpe, reducir sus costos y preocuparse de la salud física y mental de la comunidad.

Sin fecha clara para la vuelta a clases, se prevé un fin de año que mezcle educación a distancia y presencial, según los protocolos que anuncie el gobierno. Habrá reducción de aforo y ocupación de las instalaciones, además de una serie de medidas se seguridad sanitaria.

Desde el Ministerio de Educación, el Subsecretario, Juan Eduardo Vargas, asegura que las instituciones están trabajando para que los perfiles de egreso de los estudiantes se alcancen de todos modos. "Posiblemente deberán extender la duración de sus procesos formativos, nivelarlos una vez que puedan retomar las actividades presenciales o complementar las teóricas ya desarrolladas de forma remota con actividades prácticas", sostiene.

Agrega que es fundamental que haya flexibilidad por parte de las instituciones. "Nos parece prudente que se tenga en consideración la excepcionalidad de este año académico, para efectos de que la variación en ciertos indicadores que suelen ser revisados en las acreditaciones sea matizada", comenta el subsecretario.

Matrículas suspendidas

La Universidad Católica comenzó el semestre de manera convencional por lo que mantuvo su oferta. Tuvieron que adaptar clases y fórmulas para los contenidos de carreras que exigen horas prácticas como educación y salud. Pero han debido enfrentar las suspensiones de estudios, otorgar flexibilidad de pagos, nuevos créditos y becas. "Alrededor de un 3% de las matrículas han sido suspendidas, y en tiempos normales es entre 1,5% a 2%. Normalmente tenían que ver con cuestiones vocacionales, pero ahora el factor económico es el más importante", detalla Fernando Purcell, vicerrector de la casa de estudios.

En la Universidad Técnica Federico Santa María han tenido que ajustar el presupuesto de inversiones y contrataciones. Sin embargo, dicen que tampoco han modificado su oferta de cursos de forma significativa. Con todas las adaptaciones, la USM ha tenido un gasto adicional de $525 millones, que se debe a la inversión en conectividad y equipamiento tecnológico.

Según el rector, Darcy Fuenzalida O'Shee , a eso se deben sumar la disminución de estudiantes y las restricciones en los recursos entregados por el Estado, lo que ha significado una merma en los ingresos percibidos por los conceptos matrícula y arancel, que a la fecha se estima en $ 3.600 millones.

En la Universidad de Chile, aseguran que el número de postergaciones ha sido "menor del que se podría esperar". En la Casa de Bello, algunos cursos teóricos fueron adelantados y se postergaron los prácticos, adaptando el currículum caso a caso. "Durante el segundo semestre las clases y actividades docentes pueden ser de tres tipos: completamente online, en caso de que las condiciones sanitarias lo permitan, mixtas o presenciales" afirman.

En los próximos días el ministerio de Educación abrirá un nuevo proceso de postulación al Crédito con Garantía Estatal (CAE) para apoyar a los estudiantes. "De esta manera, estos jóvenes podrán financiar su segundo semestre con el crédito, y a fin de año podrán eventualmente postular a todas las ayudas estudiantiles para el 2021", comenta el subsecretario Vargas. Este proceso extraordinario permitirá que cerca de 130 mil estudiantes que actualmente no cuentan con el beneficio accedan al crédito.

Postgrados

Otra actividad fuertemente golpeda han sido los postgrados. En varias escuelas, han debido reducir precios o cambiar los programas.

Ángela Núñez, subdirectora de Educación Ejecutiva de la Facultad de Economía y Negocios de la U. De Chile, comenta que desde enero preparaban un plan de crisis por posibles desmanes en marzo, dado que la facultad está ubicada en pleno centro de Santiago. Además, aumentaron la oferta de cursos virtuales en vivo de corta duración y a bajo costo.

"Estos resultados abren nuevas oportunidades de generar modelos mixtos de enseñanza, sumado a que hemos evidenciado un gran interés desde regiones en poder mantener programas en formato online", comenta María Paz Ganzur, subdirectora de Magísteres y Especialidades de la Universidad de los Andes. Y la directora de Educación Continua de esa misma institución, Paola Giglio, añade que "adaptamos aquellos programas que garantizaran la calidad en formato online. Hubo otros, los más prácticos, sobre todo del área de la salud, que no eran compatibles y hubo que suspender o postergar"